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Joyas Literarias Juveniles




La colección Joyas Literarias Juveniles serie Verde, ha sido una de las más populares adaptaciones al cómic de clásicos literarios en España y algunos países hispanoamericanos y uno de los grandes éxitos de la Editorial Bruguera. Los títulos de esta colección son los considerados de literatura juvenil, apta para todos los públicos.Esto no era una novedad, ya en los años cincuenta se había publicado la colección Historias y, posteriormente, la también muy popular Historias Selección, en las que se mezcla una adaptación de novelas o historias con una versión de la misma en cómic, alternando ambas en sus páginas, de forma que resultan atractivas para los niños y sitúa a los jóvenes y adultos con menos imaginación. Este formato podía iniciar a los chavales en la lectura y así eran más fácilmente adquiridos por sus progenitores.

Con el éxito de estas colecciones, comienzan a publicarse en la segunda mitad de los años sesenta, en Pulgarcito, la revista decana de Bruguera, clásicos juveniles en formato de cómic juvenil, en la sección que antes había ocupado El capitán Trueno, y alternándose con La aventura de la historia. Esta publicación se hacía en forma de episodios, que al principio constaban de 2 páginas para después pasar a 4. La fórmula se exportó a otras revistas, como Tio Vivo, DDT o Din Dan.

Como no podía ser de otra forma, Bruguera inició en 1970 la recopilación de este material para publicarlo de nuevo en pequeños volúmenes que contuvieran las historias completas. Las páginas iban a estar completamente a color, a diferencia de las primeras apariciones en las revistas, y en la portada aparecía una atractiva ilustración que resultase llamativa e introductoria al cómic. Las portadas eran más gruesas, dando solidez a la publicación y más aspecto de coleccionable.

Las historias eran relativamente breves para la longitud de la novela escrita, constando de unas 30 páginas, lo que obligaba muchas veces a introducir bastante texto en las viñetas en perjuicio de la fluidez del cómic. Por otra parte resultaba difícil adaptar todo el desarrollo de una historia a los gráficos, por lo que los críticos, desde el punto de vista literario, no le han dado a la colección un buen trato, precisamente. Para empeorarlo, Bruguera dio el mismo nombre a otras colecciones que no tenían nada que ver, como las JLJ dedicadas a El Corsario de hierro o a las dedicadas a personajes para niñas y chicas. Para diferenciarlas, los aficionados han denominado a esta colección Serie verde, mientras que la de El Corsario es la Serie roja y la femenina, la Serie azul.

Como nos tiene acostumbrados, la editorial no siguió el orden en que se habían publicado en las revistas y puede que más de una historia no llegara a publicarse en esta colección (p.e. El cazador de ciervos). La principal temática de estas historias es la aventura, especialmente ambientada en lugares exóticos, que era tan frecuente en las novelas del siglo XIX. En algunas ocasiones aparecieron biografías (Julio César, Ricardo Corazón de León, Lawrence de Arabia), relatos de misterio o algunas historias tradicionalmente consideradas femeninas. Algunas series televisivas o cinematográficas de éxito en los años setenta, fueron otra fuente de inspiración para hacer nuevas historias, como Heidi, Marco, Dick Turpin, Sandokan o El Corsario Negro.

Entre los autores originales se pueden citar: Julio Verne, Salgari, Karl May, Walter Scott, Mark Twain o Mayne Reid o Stevenson (lista completa en la tabla de más abajo), en otras ocasiones los autores originales eran anónimos.

En cuanto a los autores que se ocuparon de adaptar los guiones o realizar los dibujos, merecen capítulo aparte. Los guionistas eran autores o colaboradores de la casa, que firmaban bajo seudónimos y, con frecuencia, distintos, como Enrique Martínez Fariñas que firmó como Enrico Farinacci o Elliot Doole, nombres evocadores. El guionista más prolífico fue José Antonio Vidal Sales (como Cassarel) y otro destacado, Victor Mora. Además de adaptar obras existentes, "adaptaron" otras supuestas, de Howard Stanley o del ficiticio Vincent Mulberry (VM). Más riguroso fue Andreu Martin con sus trabajos de Emilio Salgari y Enrique Sienkiewicz.

Algunos de los dibujantes habían dado anteriormente vida al Capitán Trueno, como Fuentes Man o Ángel Pardo. Porto o Cerón realizaron muchos de los títulos. El resultado de los dibujos es muy variable, desde trabajos de gran calidad a otros realizados para salir a tiempo y seguir vendiendo.

Las portadas serán realizadas en su mayoría por un portadista experimentado: Antonio Bernal, que ya se ocupaba de Trueno y Jabato color. Otro notable dibujante fue Antonio Bosch Penalva, autor de clásicos en décadas anteriores.

Las Joyas Literarias Juveniles se editaron de 1970 a 1983, en varias reediciones parciales, en las que algunos títulos se hicieron hasta 4 veces mientras que otros sólo dos, en función de las ventas de los mismos. El diseño secundario de portadas y contraportadas varió en estas reediciones. También se hicieron tomos recopilatorios como estuches retapados (para sacar excedentes) o la colección Famosas novelas. Otras reediciones se publicaron en las colecciones Super Joyas y Obras ilustradas.

Bastantes historias se volvieron a publicar en las revistas Bruguera de gran grosor donde cabían completas, como Extras y Almanaques, y sobre todo, en Mortadelo Especial, entre los setenta y los ochenta. Finalmente, en 1985 se intentó rentabilizar la fama de las Joyas rehaciendo los trabajos, con nuevos autores, pero sólo salieron cuatro números (El lobo de mar, Los viajes de Marco Polo, Frankenstein y Gaspar)