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El Capitán Valiente



El Capitán Valiente

Ficha técnica:
El Capitán Valiente
Editorial Maga 22 ejemplares
Formato 17x 24
Año de edición del primer número: 1957
Dibujante: Manuel Gago
Guionista: Pedro Quesada

Epoca: Año 1520
Protagonista:
Santiago Valiente, capitán del ejército de Hernán Cortés
Personajes históricos:
Hernán Cortés (1485-1547) conquistador de México
Pedro Alvarado
Guatemocín o Cuauhtemoc (1502-1525), rey de los aztecas (1520)
Doña Marina (Malintzin, Marina o Malinche)
Carlos I (1500-1558), rey de España (1516-1558)


El análisis de la vasta producción de Manuel Gago, nos lleva implícitamente a la Editorial Maga donde volcó su prolífica imaginación, creando una buena cantidad de títulos, muchos de ellos con guión de Pedro Quesada. Y de unas de estas colecciones de la que hemos querido tratar en estas líneas: El Capitán Valiente.
Al igual que los del Wendigo, siempre he mantenido la teoría de que lo que se ha de analizar a la hora de valorar una obra es la obra en sí, lo demás es anecdótico y recurrible. Es indudable que las vicisitudes y vivencias por las que pasa a lo largo de los diferentes periodos de su vida, tienen enorme influencia en ella, para magnificarla o empobrecerla, pero no deben ser un factor a ponderar a la hora de analizar la bondad de una de sus creaciones, de su obra. Ciertamente los personajes de Pedro Quesada son unos personajes siempre trágicos y atormentados. Sus guiones son siempre portadores de un trasfondo moralista y religioso, pero no es menos cierto que siempre resultan interesantes. Pedro Quesada recreó el estilo del folletín, trasladándolo, con indudable acierto, a la historieta, fue uno de los mejores guionistas de la historieta española de posguerra. Desde los inicios de su carrera, jamas dejó de ocupar uno de los primeros puestos.
Las aventuras de Santiago Valiente se sitúan, en sus inicios, en la época histórica de la conquista de México por Hernán Cortés. Y aunque el guión está basado en lo que se nos decía sobre la conquista del nuevo mundo, éste está bien dosificado, estructurándose a través de acciones paralelas que van surgiendo a lo largo de la acción para más tarde ir encajando unas en otras, hasta hacer un todo común de excelente valor narrativo. Pedro Quesada demuestra, como en sus mejores obras, su exacto conocimiento del ritmo, su dominio económico del diálogo… En resumen, su talento como guionista.
Referente a los dibujos, estos reúnen el suficiente atractivo estético y son muy adecuados narrativamente, tanto es así, que el mayor elogio que se les puede dedicar pensamos que es el de que pasan totalmente desapercibidos en una primera lectura. Son dibujos verdaderamente funcionales con la historia que se cuenta. Sus personajes, dotado de un exceso de dinamismo que con frecuencia le lleva a adoptar posturas imposibles, pero que el pincel de Gago hace creíbles. El Capitán Valiente es todo agilidad, movimiento constante, Sin embargo, éste es el calificativo que mejor podría definir la labor de Gago.
Porque el estilo de Manuel Gago, creo un estilo de enorme repercusión en el campo de la historieta autóctona, seguido y asimilado por un elevado número de autores. Por eso Manuel Gago fue, y sigue siéndolo, una de las más rutilantes estrellas del universo de la historieta española.
En cuanto a la credibilidad de los hechos históricos que se nos relatan… la problemática que se nos plantea consiste en el adecuamiento a la realidad social imperante en la época de la creación de la historieta.
En aquellos años, nuestra historia desde la óptica del Gobierno Franquista, está tan llena de mitos que a veces no se pueden distinguir de la realidad. Febrero de 1956, constituyó el punto de arranque para una radicalización profunda y que pone fin al aperturismo de Ruiz-Giménez y, consiguientemente, a toda esperanza de modernizar la fachada cultural sin reformar las estructuras sociales y políticas. En la prensa las repercusiones fueron muy fuertes, fueron prohibidas numerosas publicaciones.
El control sistemático de toda expresión cultural, resulta equiparable al de su primera fase, con los mismos métodos totalitarios que antaño. La censura se recrudece, no de forma transitoria sino como constituyente de los planteamientos morales de la Nueva España.
Es perfectamente lógico, por ello, que cualquier tebeo que tuviera un trasfondo histórico lo hiciera de acuerdo con la historia de España pregonada por el franquismo. Después de todo el tebeo era la aventura, héroes aguerridos y escenarios de cartón piedra, continuarás improbables y villanos de una pieza y novias eternas que despertaban pasiones que no comprendían y jamás eran capaces de encadenar para siempre los sentimientos de sus enamorados y estaban dirigidos a un público infantil y juvenil.
Decíamos que los inicios de la colección están situados en la conquista de México por Hernán Cortés y más concretamente en el episodio conocido como "La noche triste", con todas las licencias que permitía la historieta y la censura.



La noche triste
Ausente Hernán Cortés, en Tenochtitlan los mexica se preparaban para celebrar la gran fiesta del mes "toxcatl" en honor de sus dioses principales, autorizada por Cortés a cambio de no realizar sacrificios humanos. Los españoles comenzaron entonces a sospechar que la fiesta podría ser el comienzo de una rebelión, posiblemente alentados por sus aliados indios, y así, el mismo día de la fiesta, cuando toda la nobleza mexica se hallaba reunida, Pedro Alvarado ordenó el asesinato de más de seiscientos señores principales. La respuesta indígena no se hizo esperar, y al regreso de Cortés a la ciudad se encontró a sus hombres cercados, hambrientos y desesperados. Intentó calmar la situación obligando al tlatoani Moctezuma a dirigirse a la multitud desde el balcón de palacio, pero resultó asesinado sin que las crónicas acuerden si fueron las pedradas o flechas de la multitud o el puñal de un español. Hostigados y hambrientos, los españoles y sus aliados resuelven abandonar cautelosamente la ciudad siete días más tarde, la noche del 30 de junio de 1520, no sin antes repartir el oro entre los hombres y apartar el quinto para el rey. Puestos en camino por la Calzada de Tacuba, los primeros en salir consiguieron hacerlo sin ser advertidos, llevando consigo puentes portátiles de madera para cruzar los canales. Al llegar al cuarto canal, una mujer que sacaba agua los vio y dio el grito de alarma. Inmediatamente se corrió la voz y multitud de barcas y guerreros a pie se dirigieron hacia el canal para cortarles la retirada, pertrechados los mexica con escudos, macanas y lanzadardos. Una multitud de flechas y piedras cayeron hacia los españoles, quienes respondieron a golpe de ballesta y arcabuz. Los muertos caían de uno y otro lado, mientras los supervivientes españoles intentaban avanzar a duras penas. El peso del botín de oro hundió a muchos en las aguas. Al llegar al llamado canal de los toltecas, perseguido por los mexicas, numerosos españoles, indios y caballos se despeñaron, quedando el canal cegado por los cuerpos. Apoyándose en las víctimas consiguieron atravesarlo y llegar hasta Popotla. Tras una breve pausa, hasta allí llegaron "dando alaridos, hechos una bola en torno de ellos los mexicanos", apresando y matando a los españoles y a sus aliados. Estos se ven obligados a seguir huyendo, perseguidos, hasta Tacuba, donde muere el hijo de Moctezuma atravesado por un tiro de ballesta.

Pero de todos aquellos héroes de papel que creara Gago, unos tuvieron mejor fortuna que otros. El éxito y la permanencia de todos ellos no fue uniforme. El Capitán Valiente no fue de las más afortunadas en cuanto a la aceptación del público lector, de ahí su corta duración: 22 números. Sin embargo, que nadie se llame a engaños, El Capitán Valiente es un tebeo entretenido, con una historia sugerente y que proporciona un buen rato de lectura.

Manuel López (Dibujos Olalla)